Alibi - 30 seconds to Mars
Deja de anunciarte y aproxímate. Haz tu entrada triunfal,
donde el sol no puede poner resistencia.
Llega con relámpagos, con truenos, con viento, con lluvia, con tormenta. Llega oscura
y misteriosa desvistiéndome de la luz que aun me rodea, quítamela despacio y déjame
sentirte avanzar lentamente sobre mí. Invádeme, poséeme, tócame fría e intensa
y desata un ruido estruendoso porque gritaré, lloraré y nadie debe oírme, solo tú.
No hay lugar para preguntas, no hay lugar a dudas, sabes
que diré, sabes que lo haré, me conoces muy bien. Incontables veces me viste,
me oíste y secaste las lágrimas que mojaron mi rostro, siempre has sido tan silenciosa
y oportuna. Bueno, este momento no es diferente, ¿el motivo? El mismo, ya lo
conoces.
Ven apresúrate, expulsa el último rayo de sol, hoy no hay espacio para nadie más. Esto debo hacerlo a solas contigo, no existen testigos de
mi debilidad, ni los habrán.
No, no trates de calmarme, ¿Qué sucede? , ¿Qué te preocupa? ,
no trates de impedirlo, no hay razón que me haga cambiar y lo sabes.
Deja que se rompa el
cielo sobre mí, ahora que no hay luna, que no hay estrellas,que estamos solo nosotras. No
perdamos más tiempo, ya no tengo tiempo, ¿puedes entenderlo? ... No, no puedes,
porque no eres tú la que está lejos, no eres tú la que sobrevive a cada mañana
de tormento sabiéndole en otra cama al lado de otro cuerpo en cada amanecer. ¿Acaso
eres tú la que necesita sus labios y esa manera única de mirarte? Dime noche, ¿eres
tu quien muere con el paso del tiempo en el reloj o soy yo?
¡Si, lo sé! No era necesario recordármelo, sé que no lo hizo
antes, ni lo hará ahora y tal vez nunca lo haga… tal vez nunca suceda…solo tal vez…
¡Sí! … Sé que tienes razón, no debería soñar con algo que no
me perteneció ni es mío. El eligió, lo sé, el eligió y no fue a mi…no fue a mí.
Pero… ya me ves, aun estoy aquí, esperando, desquitándome contigo como cada vez
cuando siento que no puedo más.
Déjame salir por favor, quiero sentir esa lluvia que has traído
para mí, quiero sentirla recorriendo cada parte de mi cuerpo, un cuerpo que lo
llama a gritos, un cuerpo que no sabe olvidar…
¡Si!, sé que no podrá oírme, sé que no lo sabrá, se que tu
no se lo dirás y como no lo sabe continuara, pero descuida, no irrumpiré en su
vida ni en su mundo de maravillas, no te atormentes, el no lo sabrá, yo no se
lo diré y tu callaras así que lo ignorara, como convenientemente ha sucedido
todo este tiempo, siempre hay algo más importante en que pensar.
El vivirá, lo dejare vivir la vida que eligió, mientras yo
aquí grito y me quiebro en mil pedazos en mi soledad, donde solo entras tú,
donde puedo reconocer que soy lejana a la felicidad, aun mas porque la vida es
un tanto distinta para mi…
¿Ya estas lista? Desata entonces la tormenta, los relámpagos y truenos, lo que
sea necesario para ocultar mi dolor, para alzar mi voz y caer de rodillas
mientras mi alma se desgarra gritándole a la nada que:
Algún día será cobrada cada lagrima que por el infortunio ha
salido de mi, algún día las cosas cambiaran y reiré, algún día luego de
derrumbarme me levantaré y podré escribir otra historia, una historia en la que
mis manos darán caricias y dejaran de
curar mis heridas, porque ya no habrán mas heridas por curar. Una historia en
la que mi piel sentirá la calidez de sus besos y dejara de sentir las espinas
del “no ser yo”. Una historia en la que podré contar la sensación que produce oír el
latir de un corazón. La historia de mi
vida, porque lo que hasta ahora tuve no es vida, no sin él. Mientras tanto… aquí
estoy, no me fui ni me iré, aquí estoy yo, reclamándome por esperarle, por
creerle, por soñarle, por desearle, aquí estoy con la rabia incontrolable contra mi misma por
quererle.
Noche, antes de irte recuerda que esto no puede saberlo
nadie. En lo oculto y en las sombras queda mi realidad, no faltes a tu
juramento y guarda cuidadosa mi triste secreto. Gracias por ser mi eterna
compañera y dejarme ser lo que no puedo ser cuando todos me miran.
Ya esta amaneciendo, es hora de volver a mi personaje, hay
todo un día que espera mi sonrisa. Te espero a la misma hora de siempre. Ve tranquila,
aquí estaré.
Violette