jueves, 9 de octubre de 2014

No debiste enamorarte de mi...



Verte dormir  a mi lado… sentir tu respiración profunda mientras mis dedos juegan con tu cabello y del otro lado, por la ventana, el amanecer ... fue todo lo que pedí para hoy…

No fueron necesarias las promesas ni los protocolos, desde el día que nos encontramos todo nació para ti y para mi, ¿a quien podría preguntarle si ha vivido algo como lo nuestro?…es ser un poco desconsiderada , refregarle sin querer a la gente en la cara el regalo que hemos recibido al tenernos…no…no puedo ser así de egoísta, aunque, ¿sabes? No puedo contenerlo, quiero gritarlo, salir corriendo de esta habitación al frío de la mañana y… no… me quedare aquí, junto a ti.

Lo que más amo de los momentos contigo, son nuestros silencios, no porque no viva cuando nos hablamos y brindamos el corazón en palabras dulces, tan dulces que a pesar de estar lejos pueden rozar nuestra piel y hacernos vibrar, no, no es eso, es solo que siento que cuando callamos y nos miramos no existen palabras  que puedan describir lo que expresa la mirada, el aliento, tus manos en mi cuerpo, todo un vocabulario queda limitado ante tan bella expresión de amor.

Ahora que duermes es cuando debo decirte tantas cosas que al verte despierto, por cobardía tal vez no lograría mencionar, llámalo orgullo si así lo quieres, solo puedo decirte que lo que menos quise fue imaginar perderte.

No debiste enamorarte de mí, no debí permitirlo sabiendo que el “para siempre” nunca estaría escrito en nuestra historia, seriamos felices al conocernos y saber que en otra vida ya nos habíamos conocido, viviríamos como nunca antes habíamos vivido…no debí permitirlo al saber que mi tiempo contigo era limitado, pero dime, como lo pude haber evitado si esto ni tu ni yo lo planeamos.

Podía ver mi reflejo en ti, todo lo que un día desee ser pude serlo por ti. Quise olvidar, créeme, por un instante quise olvidar para lo que he nacido, quise irme lejos contigo, donde nadie nos alcanzara, donde nada mas existiera, donde… donde tú fueras mi rey y yo tu reina, un reino nuestro, un reino de dos, un reino rodeado de cielo, viento, montaña, un reino violeta y amarillo. Quise olvidar, te lo prometo pero no pude, tengo que cumplir con mi cometido, para esto he sido entrenada y formada, para esto a este mundo he venido.

No debiste enamorarte de mí y yo no debí permitirlo. Solo recuerda mi amor todo lo que te he dicho, con amor, con ternura, con sinceridad, tu eres lo mejor que en mi vida ha aparecido, recuerda mis besos, recuerda mi voz, recuerda la música que a cientos de kilómetros nos ha unido.

Debo irme y tu estas aun dormido, déjame recordarte así, tranquilo…me voy a una guerra,sí, a una guerra, no tengo otro camino, me voy a entregar mi vida, Dios permita que pueda volver contigo y si no, pues te permita entonces encontrarte a ti mismo y ser feliz, aunque no sea conmigo.

Adiós amor…no debiste enamorarte de mí, pero gracias por haber sido mi mejor regalo, mi sorpresa, mi agua fresca en día de calor, mi amigo…gracias por haber sido mío.


Violette


No hay comentarios:

Publicar un comentario